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Los datos, nuevos aliados imprescindibles de los candidatos en la campaña electoral

El próximo 28 de mayo se celebran las elecciones municipales y autonómicas en España. El viernes 12 de mayo comienza la campaña electoral con la tradicional pegada de carteles y pronto los candidatos volverán a arengar a sus seguidores en polideportivos, teatros y plazas.

Pero la campaña electoral ya no se limita a los habituales actos públicos o promesas electorales. En los últimos años, el big data se han convertido en una herramienta fundamental en la estrategia electoral de los candidatos. Y es que el análisis y gestión de enormes volúmenes de datos no solo permite conocer mejor a los votantes, sino también dirigir de manera más efectiva los mensajes para llegar mejor al electorado y aumentar la probabilidad de ganar las elecciones. 

¿Quiénes y cómo son los votantes?

Segmentación del electorado. El big data permite crear perfiles mucho más completos de los votantes al posibilitar el cruce de grandes volúmenes de datos demográficos o sociales (como edad, género, lugar de residencia, educación o nivel de ingresos), pero también otros más cualitativos como intereses, preferencias o preocupaciones prioritarias. Una parte muy importante de esta información más personal es la que se puede extraer de los hábitos de navegación e interacción de los usuarios en las páginas webs y las redes sociales. Como suele decirse, algunas redes sociales saben más de ti que tu familia y círculo de amigos íntimos.  Claramente, este conocimiento tan detallado de los votantes es de gran utilidad para los partidos políticos a la hora de definir estrategias alineadas con los intereses del electorado.

¿Qué percepción tienen los votantes?  

Análisis de sentimiento a través de las redes sociales. Se trata de una técnica que permite conocer el sentimiento expresado por los usuarios de las redes sociales a través de sus mensajes y comentarios. En una campaña electoral, esta técnica permite a los estrategas de los partidos medir cómo es percibido y valorado el candidato y su programa.  Se trata de una información muy valiosa ya que permite detectar, por ejemplo, a los votantes indecisos, comprender posibles fallos del discurso político, abordar preocupaciones específicas de los votantes y ajustar, en consecuencia, los discursos y actuaciones de los candidatos.

¿Cómo dirigirse a los votantes?  

Microtargeting.  En una campaña electoral, el microtargeting permite dirigirse de manera muy personalizada a los grupos de votantes que comparten unas mismas características (demográficas, sociales, intereses, comportamiento…). Por ejemplo, gracias al microtargeting un partido político puede diseñar una campaña publicitaria sobre políticas medioambientales para dirigirla de manera específica a hombres jóvenes de 25 a 30 años, solteros, residentes en los Pirineos y que han mostrado en redes sociales su preocupación por el deterioro medioambiental de su entorno. De esta manera, orientando los mensajes de forma prioritaria a aquellos votantes que tienen más probabilidad de estar interesados en los mismos, la eficacia de la campaña aumenta de manera importante.   

¿Se está haciendo bien?

Seguimiento continuo de la efectividad de la campaña. Antes y durante una campaña electoral se genera un volumen de información muy importante que correctamente analizada puede ayudar a los partidos políticos a monitorizar en tiempo real la efectividad de su estrategia electoral y reconducirla si es necesario. Por ejemplo, la tecnología permite hoy hacer un seguimiento muy detallado de cómo cubren a diario los medios de comunicación las campañas electorales, incluyendo no sólo datos cuantitativos, sino también cualitativos como, por ejemplo, el tono de las noticias: ¿es positivo?, ¿negativo? o ¿neutro? Pero los algoritmos permiten también escuchar en tiempo real las conversaciones en las redes sociales y conocer qué temas están siendo más comentados, qué opiniones se generan, quiénes son los influenciadores, etc. Para hacerse una idea, sería algo parecido a instalar un micrófono en todos los bares del país, utilizar un algoritmo para analizar todas las conversaciones de los clientes acerca de la campaña electoral y elaborar los informes diarios correspondientes sobre los temas más discutidos o las reacciones suscitadas.

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La importancia de las leyes de protección de datos y privacidad

En resumen, el big data se ha convertido en una herramienta fundamental en las campañas electorales porque ayuda a los políticos a entender mejor quiénes y cómo son los votantes y a orientar los mensajes de manera más efectiva. Además, el análisis en tiempo real de volúmenes importantes de datos ayuda a monitorizar con precisión el impacto que están teniendo a diario las estrategias electorales.  Pero el uso del big data también plantea dudas, sobre todo por lo que respecta a la privacidad de los votantes y su posible manipulación. Por eso, en una campaña electoral es esencial que la utilización del big data se haga de acuerdo a las leyes de protección de datos y garantía de derechos digitales.

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