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¿Pagar para que nos hackeen? Así funciona el pentesting

Día a día, empresas e instituciones se enfrentan a riesgos de ciberseguridad que ponen en peligro sus sistemas y su información confidencial. Pero, a pesar del aumento exponencial del número de amenazas, no todas las organizaciones son conscientes de ello.

¿Sabíais que para probar la estabilidad y seguridad de una red y/o un sistema digital una de las técnicas más efectivas es realizar ciberataques reales? Sí, paradójicamente, pagar para que nos hackeen es una de las mejores maneras de testear nuestro nivel real de ciberseguridad. Os presentamos el pentesting.

¿Qué entendemos por pentesting?

Concepto que fusiona los conceptos penetration y testing, la prueba de penetración o intrusión es una de las técnicas más efectivas en ciberseguridad.

En resumen, el pentesting es una metodología que incluye un conjunto de ataques simulados dirigidos a un sistema informático con la finalidad de detectar debilidades y fallos de seguridad que puedan ser corregidos antes de que puedan ser explotados por los cibercriminales.

Al atacar diferentes entornos y sistemas con el objetivo expreso de encontrar y prevenir posibles fallos, esta metodología resulta clave para que las organizaciones puedan saber los peligros a los que están expuestos y el nivel de eficiencia de sus defensas.

Tipos de pentesting

Existen tres tipos de pentesting en función del nivel previo de información y conocimiento de los sistemas a auditar:

White Box o de caja blanca

Es el test más completo, ya que en este caso el auditor o pentester tiene la información preliminar más completa; es decir, tiene a su disposición todos los datos sobre el sistema (estructura, contraseñas, IPs, firewalls, etc.).

De esta manera, el análisis resultante es integral, permitiendo saber con detalle lo que se puede mejorar o modificar en los sistemas auditados.

Black Box o de caja negra

Al contrario que en el anterior, aquí el auditor apenas dispone de datos de la organización: trabaja “a ciegas”.

Es, por lo tanto, una prueba mucho más real, ya que el pentester puede actuar casi como un ciberdelincuente. De esta manera, es capaz de descubrir hasta la más pequeña vulnerabilidad o amenaza que de otra manera hubiera pasado desapercibida.

Grey Box o de caja gris

Esta modalidad de pentesting sería una mezcla de las dos anteriores: el auditor no parte de cero, pero tampoco dispone de la máxima información posible. Esto lo convierte en el más habitual y el más recomendado.

¿Qué hace un pentester?

Considerado por algunos una especie de hacker legal, este auditor informático es uno de los profesionales más demandados en el campo de la ciberseguridad.

El trabajo del pentester consiste en realizar una auditoría que permita averiguar fallos o vulnerabilidades de seguridad de un sistema siguiendo diversos pasos:

Reconocimiento

En primer lugar, y a partir de los datos con los que cuenta (proporcionados por el cliente), debe determinar el tipo de auditoría que realizará; es decir, el tipo de pentesting.

Análisis de vulnerabilidades y modelado de amenazas

El siguiente paso es buscar los principales errores del sistema, para posteriormente decidir las vulnerabilidades que se intentaran explotar para buscar las fugas de información y errores del sistema.

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A partir de este análisis se elabora una lista de las mejoras de ciberseguridad recomendadas, ordenadas por importancia y prioridad en su resolución.

Explotación

En esta fase, las más “vistosa”, el auditor intenta atacar los sistemas por diferentes vías, demostrando al cliente los agujeros y vulnerabilidades que podrían permitir futuros ciberataques.

Informe final

Como resultado de todo lo anterior, el pentester elabora un informe que debe incluir el alcance o impacto de los fallos de seguridad, así como recomendaciones para minimizarlos o suprimirlos.

Consideraciones legales a tener en cuenta

Los términos legales son algo importante en cualquier acción vinculada a la ciberseguridad, pero aún es más importante cuando hablamos del pentesting.

Como su ejecución implicará la vulneración de las medidas de seguridad de los sistemas, e incluso el acceso a información confidencial, es imprescindible que el contrato de pentesting incluya de manera explícita e inequívoca la autorización para ello.

La inversión en ciberseguridad, cada vez más necesaria

Cada vez es más importante para empresas de cualquier tamaño, desde las más pequeñas a las grandes corporaciones, invertir en ciberseguridad y contar con equipos, tecnologías y protocolos preparados para dar respuesta a cualquier ataque.

Por eso, la implementación de metodologías como el pentesting resulta muy útil para poner de relieve las debilidades y las fortalezas, y actuar en consecuencia.

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