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Uso del smartphone y cómo afecta a nuestra salud

Si en los últimos tiempos hemos notado de manera recurrente dolor en las cervicales, las articulaciones del pulgar o las muñecas, irritación de ojos o visión borrosa, o incluso ansiedad o taquicardia, la explicación puede estar en el uso que hacemos de nuestro smartphone.

¿Cuánto tiempo de media usamos el smartphone?

Desde que se comercializó el primer Iphone hace 15 años, el tiempo de uso de los dispositivos móviles no ha parado de crecer. Cada vez realizamos más actividades digitalmente y las aplicaciones móviles que lo hacen posible no paran de multiplicarse. Según el último informe State of Mobile 2022 de Data.ai,  el último año se descargaron 230 mil millones de apps, es decir 435.000 cada minuto y se lanzaron al mercado 2 millones de nuevas aplicaciones, casi 4 al minuto. Ante este enorme potencial de interacción digital, no sorprende que, como revela el estudio, pasemos una tercera parte de nuestro tiempo de vigilia utilizando el móvil y que año tras año el tiempo de uso aumente de manera sistemática.

¿Cómo nos afecta el uso del smartphone?

Convertido así el móvil en un apéndice de nuestro cuerpo, no es de extrañar que hayan empezado a aparecer nuevas dolencias y patologías provocadas por su uso excesivo o inadecuado. Estas son las más comunes.

Text Neck

Así se ha bautizado la rigidez cervical y los dolores en nuestro cuello o espalda que provoca la mala postura que adoptamos al utilizar nuestro móvil. Lo habitual es que inclinemos la cabeza y los hombros hacia adelante, formando un ángulo forzado que acaba afectando a toda la espalda y especialmente a nuestras cervicales, forzadas a aguantar durante varias horas al día un peso similar al de un niño de 8 años. Para evitar estas dolencias, se recomienda cambiar nuestro hábito postural colocando el dispositivo a la altura de los ojos, realizar ejercicios para fortalecer la musculatura del cuello, y, por supuesto, limitar el uso de nuestro smartphone.

WhatsAppitis

El término apareció por primera vez en la prestigiosa revista médica The Lancet para hacer referencia a la tendinitis (inflamación de los tendones) que se produce en los pulgares por ser éstos los dedos que utilizamos normalmente para escribir mensajes de texto o hacer scroll. Los traumatólogos están diagnosticando también otras tendinitis agudas como las que afectan al índice, que soporta el peso del móvil además de la presión que ejercemos sobre el dispositivo al teclear. Para evitar este tipo de lesiones, es conveniente variar la manera en la que tecleamos e ir cambiando de dedos y apoyando el dispositivo en una superficie plana. Además, es recomendable utilizar mensajes de voz o acostumbrarnos a llamar más a menudo.  

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Sequedad ocular y otros problemas relacionados con la vista

La exposición prolongada al brillo excesivo de la pantalla de nuestro móvil hace que se reduzca a la mitad el número de veces que pestañeamos (de una media de 16 veces por minutos a solamente 8). Esto provoca irritación y molestias en los ojos ya que pestañear es fundamental para mantener nuestros ojos lubricados. Se ha comprobado también que pasar demasiadas horas frente al móvil provoca lo que se conoce como fatiga visual es decir, visión borrosa, ojos enrojecidos y dolores de cabeza. Finalmente, también se están detectando casos de miopía (visión borrosa de los objetos lejanos) provocados por el uso del móvil. Para combatir este tipo de problemas, los oftalmólogos recomiendan alejar la vista de la pantalla cada cierto tiempo y parpadear mucho, así como adecuar el brillo de la pantalla, mantener al menos una distancia de 30 cm entre los ojos y el dispositivo y, como no, reducir el uso del móvil.

Nomofobia

Llamamos así al miedo irracional que sienten las personas cuando se quedan sin móvil ya sea porque se les agota la batería o el saldo, no tienen cobertura o se olvidan el teléfono en casa. Este miedo puede provocar nerviosismo, ansiedad, taquicardias, dolores de cabeza o incluso ataques de pánico. Todos ellos síntomas característicos de cualquier adicción.  Si miramos  continuamente nuestro móvil para ver sin recibimos mensajes, dormimos  menos por estar conectados por la noche a las redes sociales, nos negamos a ir a sitios que no tengan cobertura  o necesitamos estar siempre cerca de un enchufe por si agotamos la batería, es muy probable que padezcamos de nomofobia,  y más aún, si tenemos entre 18 y 35 años y residimos en España porque, como pone de manifiesto el reciente estudio de la compañía de telefonía móvil OnePlus, 8 de cada 10 jóvenes  en esa franja de edad sufren nomofobia en nuestro país.

Cambio de hábitos y reducir tiempo de uso

Evitar lesiones, dolencias y patologías debidas a un uso excesivo o inadecuado del móvil es posible si cambiamos de hábitos y empezamos a relacionarnos con nuestro móvil de manera distinta. Para ello, es importante tomar conciencia de cómo y cuánto utilizamos nuestro teléfono móvil accediendo de manera regular a la aplicación de tiempo de uso que incorporan la mayoría de smartphones.

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