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Metaverso, ¿moda o realidad?

No es la primera vez que hablamos del metaverso en Nuestros Datos Seguros, pero hoy queríamos profundizar algo más sobre esta nueva disrupción tecnológica que, supuestamente, transformará la manera de utilizar internet.  Sin duda, el metaverso está de moda pero, como todos los saltos tecnológicos incipientes, a día de hoy está rodeado de más interrogantes que de certezas. Por esta razón, queremos dar respuesta a algunas de las dudas más frecuentes sobre esta nueva “realidad”.

¿Qué es el metaverso?

Como auguran los visionarios tecnológicos, el Metaverso será una versión tridimensional de internet formado por una red de mundos virtuales 3D interconectados donde el usuario, encarnado en un avatar (una representación visual de sí mismo), podrá desplazarse e interactuar con los demás usuarios y objetos inteligentes que configuran el mundo virtual.  En el metaverso, los usuarios podrán realizar todo tipo de actividades como comprar, trabajar, reunirse, jugar, socializar, formarse, viajar… Hablamos por tanto de una realidad paralela pero sin las limitaciones físicas y temporales del mundo real.

¿Por qué se habla tanto de metaverso?

Que el término se haya popularizado en el último año se lo debemos a Marzk Zuckerberg, el fundador de Facebook, que en octubre del año pasado anunció que su compañía pasaba a llamarse Meta. De esta manera, se ponía de manifiesto la voluntad de convertir al gigante tecnológico en el líder del metaverso. Como explicaba entonces Zuckeberg, la misión sería la misma: “conectar a la gente” pero en un entorno completamente distinto.

¿Son indispensables las gafas de realidad virtual para acceder al metaverso?

Algunos, entre ellos Mark Zuckerberg, conciben el metaverso como una experiencia 100% inmersiva gracias a las posibilidades que ofrecen las gafas de realidad virtual. Estos dispositivos permiten sentirnos como si estuviéramos realmente dentro del mundo virtual porque, gracias a unos sofisticados sensores de posición, al girar la cabeza en cualquier dirección podemos, como en la vida real, ver lo que tenemos a nuestro alrededor. Además, como el sonido en el mundo virtual suele ser tridimensional, la experiencia resulta todavía más cercana a la realidad.

Por si fuera poco, además de la vista y el oído, también se está avanzando con otros sentidos como el tacto para que, gracias a guantes sensoriales, el usuario del metaverso pueda identificar la rugosidad de los objetos, su temperatura e incluso notar el frío de una corriente de aire. 

Aunque experimentar el metaverso con las gafas de realidad virtual resulte más realista, muchos expertos opinan que no son dispositivos necesarios y que, a menos que mejoren en su ergonomía y usabilidad, se acabarán utilizando dispositivos más funcionales y cada vez más sofisticados como las pantallas del ordenador, móvil o Tablet.

 ¿Será el metaverso tan disruptivo como algunos anticipan?   

Según revela el último sondeo realizado por la Elon University y Pew Research, a más de 600 expertos y visionarios tecnológicos, no hay consenso en esta cuestión, sino más bien una cierta polarización en las opiniones.

Por un lado, los que auguran que estamos a las puertas de la mayor revolución tecnológica argumentan que las enormes ganancias económicas que podría generar el metaverso están incentivando la inversión de las empresas en las tecnologías necesarias.  Además, estos expertos consideran que las aplicaciones que podrán desarrollarse en un futuro no muy lejano supondrán una mejora tan drástica de la experiencia de usuario que el metaverso acabará popularizándose rápidamente porque se percibirá claramente su utilidad.

Los expertos que opinan lo contrario argumentan que el metaverso aportará pocas mejoras en nuestro día a día y por eso acabará limitándose a experiencias de nicho y minoritarias. Además, argumentan que, puestos a elegir, los seres humanos preferirán siempre vivir en una realidad “real” en lugar de pasar parte de su vida en la dimensión virtual. Es decir, que la humanidad no quiere vivir en Matrix. Por último, también consideran que las posibles consecuencias nocivas que puede tener el metaverso para los usuarios (como una mayor adicción, nuevas formas de acoso, aislamiento social, falta de autonomía, control y manipulación…) acabarán limitando su expansión.

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¿Es hoy en día el metaverso una realidad?

A día de hoy, el metaverso está lejos de ser una realidad, pero eso no quiere decir que no se esté invirtiendo en su desarrollo. Según la consultora McKinsey, la inversión en tecnología y compañías relacionadas con el metaverso ascendió en 2022 a 120.000 millones de dólares, comparado con 57.000 millones el año anterior. Aunque estas inversiones son cuantiosas y necesarias para sentar las bases del futuro metaverso, todavía existen barreras importantes que limitan su desarrollo. Entre éstas, la capacidad de procesamiento de los ordenadores todavía insuficiente, las prestaciones de la red que siguen siendo limitadas y los costes de la tecnología que están lejos de ser lo suficientemente asequibles. Además, se necesita también avanzar en áreas críticas como los sistemas de pago, la seguridad o la legislación.

¿Dónde puedo experimentar con el metaverso?

A pesar del desarrollo incipiente del metaverso, ya existen distintas plataformas disponibles; sin embargo, de momento son iniciativas aisladas y generalmente algo rudimentarias. Para los que quieran iniciarse en el metaverso, no queríamos acabar este articulo sin proponeros algunas de ellas:  

  • Horizon, la plataforma de Meta.
  • Spatial, plataforma que incluye varios mundos virtuales, entre éstos, galerías de arte que exhiben obras en NFTs
  • Roblox, plataforma de videojuegos donde los usuarios pueden crear sus propios mundos virtuales. Hay distintos juegos desarrollados por marcas comerciales.
  • Decentraland, permite adquirir terrenos virtuales o simplemente visitar las instalaciones que han construido otras usuarios o marcas. La plataforma también organiza eventos mundiales.

Una última reflexión

Como hemos visto, el metaverso está en sus inicios, pero las compañías, los inversores y las marcas están empezando a tomar posiciones pensando en ese día en el que el metaverso acabe generalizándose como en su momento ocurrió con internet o los teléfonos inteligentes. Es posible que ese día llegue, pero será muy probablemente de forma paulatina a medida que los avances tecnológicos se vayan incorporando cuando estén disponibles y los usuarios perciban su utilidad.

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