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Conducción autónoma: retos y desafíos

Hace ya años que oímos hablar de conducción autónoma, y aunque en muchos aspectos la posibilidad que un vehículo se mueva sin intervención humana aún nos suena a ciencia ficción, cada vez estamos más cerca de verlo como una realidad.

Cada vez son más las compañías que invierten en este prometedor sector, y desde Nuestros Datos Seguros queremos centrarnos en uno de los aspectos que generan más dudas: la ciberseguridad.

Los niveles de la conducción autónoma

Para entender que es la conducción autónoma es importante tener que, según el número de cámaras y sensores y el software de cada vehículo, la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE) estableció en 2014 6 niveles que determinan el grado de autonomía teniendo en cuenta la implicación del conductor en la conducción:

Nivel 0: vehículos sin automatización

El conductor es el responsable de todos los aspectos de la conducción. Es decir, los coches como han sido hasta hace poco.

Nivel 1: conducción asistida

Cada vez más coches de todas las marcas incorporan sistemas tecnológicos de ayuda al conductor, como el control de velocidad de crucero adaptativo o el asistente de cambio de carril. El conductor es quien toma la decisión y solo puede actuar uno de los sistemas a la vez.

Nivel 2: conducción semiautónoma

Se considera una evolución del nivel 1, en la que se añaden el detector de ángulo muerto y el sistema de frenada de emergencia. Además, los sistemas pueden funcionar al mismo tiempo, y es posible estar por segundos sin sujetar el volante ni tocar los pedales.

Nivel 3: Autonomía controlada

El vehículo es capaz de monitorizar el entorno de manera autónoma, para determinar imprevistos y actuar en consecuencia decidiendo la ruta y tomando las decisiones por si mismo. El conductor sigue siendo necesario, y cuando el sistema tiene dudas requiere su intervención.

Nivel 4: Alta automatización

En la evolución del nivel 3, el sistema da un paso más. Aunque el conductor no está aún relegado de sus funciones, en la mayoría de las ocasiones y situaciones de la conducción su papel es totalmente prescindible.

Nivel 5: Alta automatización total

Los vehículos completamente autónomos, que no precisan del ser humano para nada gracias a su nivel de inteligencia artificial, aún son prototipos. Además, aún no hay leyes que les den soporte, ni tienen autorización a circular junto a los vehículos convencionales.

Un ejemplo de proyecto exitoso es ERICA, un prototipo de autobús autónomo que realizó un recorrido de 500 metros en Sant Cugat del Vallés en 2018 y transportó hasta a 12 pasajeros (6 sentados y 6 de pie) a la vez.

Ventajas de la conducción autónoma

Estas son algunas de las ventajas de la conducción autónoma:

Conducción más eficiente: estos vehículos ayudan a reducir las distracciones, a cumplir las normas de tráfico y permiten reducir los atascos e incluso el consumo de combustible.

Menos accidentes, mayor seguridad: como el error humano (velocidad, comportamientos peligrosos, cansancio, etc.) es la mayor causa de accidentes de tráfico, la conducción autónoma mejoraría la seguridad.

Mayor comodidad: al desaparecer la figura del conductor, mientras se viaja es posible realizar otras actividades. También facilita los desplazamientos de personas discapacitadas.

Mayor agilidad: al no tener que pararse a descansar, y como consecuencia de una conducción más eficiente, se reducirán los tiempos de los viajes.

Retos e inconvenientes

Aunque las ventajas de la conducción autónoma son evidentes, también existen inconvenientes que hay que tener en cuenta.

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Precios elevados: a más tecnología, mayores precios, y por lo tanto al alcance de muy pocos.

Margen de error humano: aunque la tecnología reduce el error humano, tras los algoritmos está el hombre, y por lo tanto siempre sigue existiendo un margen de error.

Seguros: ¿quién será responsable en caso de accidentes con vehículos autónomos? Aún no hay legislación ni normativa al respecto.

La seguridad adquiere una nueva dimensión: ¿más posibilidades de ataques?

No hay que olvidar que un sistema de conducción autónomo es, al fin y al cabo, un ordenador con ruedas capaz de realizar miles de cálculos en décimas de segundo, cosa que no podemos hacer las personas. Y como ordenadores conectado, los vehículos autónomos pueden sufrir ciberataques y hackeos.

ENISA, la Agencia de la Unión Europea de Ciberseguridad ya avisó de los peligros que creían que podría haber respecto a estos sistemas y transportes:

  • Alteración del procesador de imágenes: “confundir” a la IA para que no reconozca las señales, marcas viales o que interactúe de otra manera al verla o enviando señales falsas al sistema de navegación.
  • Ataques DDoS: estos piratas informáticos podrían denegar estos servicios distribuidos que ‘ciegan’ al vehículo y afectaría directamente a su conducción, conllevando un mal funcionamiento o su detección.
  • Filtración de datos: los VA contienen grandes cantidades de datos personales y de IA. Estos podrían verse expuestos si acceden hasta esa base donde estén guardados.
  • Manipular los equipos de comunicación: e impedir que se puedan comunicar con el exterior para pedir ayuda o avisar de un accidente.

Cibercrímenes vinculados a la conducción autónoma

Desde 2010 se han generado más de 900 casos de ciberataques dirigidos al ecosistema de la movilidad inteligente y la empresa Upstream cuenta con un repositorio donde se explican todos estos casos denunciados o conocidos. En 2019 se conocían algo más de 260 casos, así que el aumento ha sido exponencial.

Hablamos de secuestro, robo de material o del propio vehículo, atentados, intento de crear lesiones o asesinar (ya sea a los propios ocupantes o quienes se crucen en su camino), saturar vías de ciudades o carreteras y manipular la libre circulación, entre otros peligros. De hecho, ya se ha producido uno de estos casos, al menos que se sepa y es el robo de los vehículos compartidos conectados de la empresa Car2Go, cuando en abril de 2019 fueron objeto de ciberataque y se sustrajeron 70 automóviles.

Además, la marca Fiat Chrysler retiró 1,4 millones de vehículos después de que dos investigadores informáticos tomaran el control de las ruedas y los pedales un Jeep Cherokee en 2015 a modo de prueba. El vehículo, conducido por un tercer integrante del experimento, acabó estrellándose contra una zanja cubierta de hierba. Así lo mostró la web Wired.

ENISA explica cómo hacer más seguros los VA si se realizan controles de seguridad regularmente y se observa la IA de cada aparato. Dicen: “es esencial esta revisión de modelos y datos de la Inteligencia Artificial para garantizar que el vehículo siempre se comporte correctamente ante situaciones inesperadas o ataques maliciosos”.

Un futuro aún con mucho trabajo por delante

No cabe duda de que el gran reto está en cómo garantizar de la manera más fiable posible la seguridad de los viajeros y, en general, de todas las personas porque estamos expuestos, al fin y al cabo, al contacto con los vehículos en muchos momentos de nuestro día a día.

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