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Ciudades más inteligentes gracias al Big Data

En 2050 el 68% de la población mundial vivirá en áreas urbanas, según estimaciones de la ONU. Con cifras tan contundentes, es evidente que hay mucho trabajo por hacer para que las ciudades no solo sean capaces de absorber este crecimiento, sino también resulten más agradables de vivir, más eficientes y sostenibles.

Para hacer frente a este reto, las ciudades tienen que evolucionar hacia lo que se conoce como Smart Cities o ciudades inteligentes, es decir aquellas que utilizan las nuevas tecnologías  para gestionar de forma eficaz y eficiente los servicios y prestaciones que ofrecen con el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

¿Qué tiene que ver el Big Data con todo esto? Pues es una de las claves para el desarrollo de las Smart Cities: gracias a la obtención y tratamiento de miles de datos vinculados a los servicios urbanos y a los ciudadanos es posible tomar mejores decisiones sobre el futuro de las ciudades y gestionar mejor su día a día.

Ejemplos de los beneficios del Big Data para las ciudades inteligentes

Son muchas las ventajas que el Big Data puede proporcionar a las ciudades del presente y del futuro, para convertirlas en lugares verdaderamente acogedores y sostenibles:

Gestión inteligente de la movilidad y el tráfico

Mejorar la movilidad de las ciudades es uno de las cuestiones que más preocupan a los arquitectos, ingenieros y gobernantes responsables de las políticas urbanas.

Actualmente, son muchas las ciudades que ya aprovechan el Big Data para mejorar la eficiencia de las infraestructuras de movilidad. Mediante el análisis de los datos históricos es posible, por ejemplo, generar modelos matemáticos con los que se puede predecir el tráfico y redirigir la circulación hacia vías menos congestionadas. También existe la posibilidad de medir el impacto que puede tener en la circulación un accidente puntual o la celebración de un evento deportivo masivo y su efecto en el flujo de vehículos.

Un buen ejemplo del uso del Big Data para la gestión de la movilidad y el transporte urbano es el proyecto del Transport for London y el Massachusets Institute of Technology (MIT). Entre otras aplicaciones, los datos masivos les permiten predecir la demanda de transporte público de Londres en tiempo real y poder así gestionar el servicio con más eficiencia o predecir los patrones de movilidad individual, con el objetivo de gestionar la demanda y ofrecer información personalizada.

Seguridad pública y delincuencia

Gracias al Big Data ya es posible obtener información más completa y detallada las zonas urbanas más conflictivas y de los delitos que se comenten. Esto permite entender no únicamente el por qué y el dónde de la criminalidad, sino también determinar acciones para reducir delitos detectando patrones delictivos e incluso anticipar  posibles amenazas. De esta manera, es posible redistribuir los recursos públicos y aumentar las fuerzas de seguridad donde sea realmente necesario.

Un ejemplo: en la ciudad de Los Ángeles (EUA), usaron algoritmos para intentar predecir dónde ocurrirían los delitos, y consiguieron reducir los robos un 13%.

Planificación urbana y mejores presupuestos

Son muchos los factores a tener en cuenta cuando hablamos de planificación urbana como, por ejemplo, los de carácter geográfico, sociológico, demográfico, o económico En este sentido, una estrategia basada en el análisis de datos masivos puede ser muy útil a la hora de planificar los entornos urbanos y asegurar que los recursos públicos se destinan eficientemente a las actuaciones y zonas de la ciudad que más lo necesitan.

En una Smart City, las decisiones sobre la transformación o conservación del terreno urbano y sus infraestructuras pueden tomarse en base a mucha más información, recopilando y cruzando datos de fuentes públicos y privados y utilizando herramientas de interpretación espacial. De hecho como reconocen los profesionales de la planificación urbana el Big Data ha dado lugar a una nueva era en lo que respecta al urbanismo permitiendo nuevos recursos para comprender, evaluar y supervisar le evolución de las ciudades.

eAdministración: ciudades más participativas gracias al Big Data

Cuando hablamos de eAdministración nos referimos principalmente a la digitalización de las gestiones que hacemos con las administraciones públicas. En este campo España ocupa el puesto 17 en el ranking mundial  E-Government Development Index (EGDI) de la ONU.

Pero en la gestión de una Smart City no se trata solo de simplificar los trámites administrativos. También hay que aprovechar las tecnologías del Big Data para conseguir una mayor participación de los ciudadanos en las decisiones de futuro de las ciudades.

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Para ello, se utilizan los datos obtenidos con esos  trámites, pero también se analiza la opinión y valoración de los ciudadanos en Internet y las redes sociales, detectando sus quejas y sugerencias.

El uso del Big Data para unas ciudades más participativas también va en el sentido inverso: cada vez son más las ciudades que apuestan por el Open Data, es decir datos abiertos sin restricciones técnicas ni legales accesibles para todo el mundo.  Un ejemplo es la ciudad de Valencia, que en su portal Datos Abiertos ofrece a la ciudadanía 278 conjuntos de datos que genera con su actividad el Ayuntamiento de la ciudad como urbanismo, transporte,  medioambiente, infraestructuras, educación…

Big Data y ciudades sostenibles

En el contexto actual de crisis climática, las ciudades también tienen mucho que decir. Gracias a al Big Data generado  por los sensores habilitados por los Ayuntamientos, las Smart Cities pueden analizar a tiempo real los niveles de contaminación y los datos atmosféricos para tratar de paliar el deterioro medioambiental. Así, es posible redistribuir los recursos de agua, gestionar mejor los residuos urbanos y organizar la movilidad de manera inteligente.

Ejemplos ilustrativos son las ciudades de Barcelona, que controla la calidad del aire de manera automatizada, u Oslo, que cuenta con una red de 650.000 bombillas led conectadas a estaciones de procesamiento y ajusta su potencia de forma inteligente según las necesidades.

Big Data y Smart Cities: muchos retos por delante

Aunque cada vez son más las ciudades inteligentes , lo cierto es que hay muchos retos que solventar respecto al uso del Big Data para las Smart Cities.

Hablamos, como no, de la importancia de la privacidad de los datos (siempre que sea posible es mejor que estén anonimizados), de su calidad (que sean automáticos es importante, pero tienen que ser inclusivos y tener en cuenta todos los ciudadanos), y también de cómo se mezclan los datos públicos y los privados.

Seguiremos profundizando sobre estos retos en próximos artículos.

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