Los centros de datos o data centers se están convirtiendo en un elemento clave de nuestra vida personal, profesional y empresarial, cada vez más digitalizada. Estas instalaciones concentran los elementos de red, almacenamiento y computación necesarios para organizar, gestionar, almacenar y difundir grandes volúmenes de datos digitales, y son fundamentales para el funcionamiento de Internet, pero también son claves en el día a día de empresas y organizaciones.

Con la irrupción de la actual pandemia y la adopción del teletrabajo como práctica imprescindible, se ha puesto de manifiesto la importancia de esta infraestructura tecnológica. Su uso en las compañías mejor preparadas ha permitido no solo continuar la actividad, sino soportar cargas y demandas de red muy exigentes.

Un dato que revela su creciente importancia: según Synergy Research, en 2020 se contabilizaron 597 centros de datos de grandes proveedores, más del doble de los que había en 2015.

Del Data Center tradicional al Cloud Data Center

Si los centros de datos se han convertido en vitales para la transformación digital, hay un cambio en su funcionamiento que es importante reseñar.

Hasta ahora, cuando hablamos de Data Centers hablábamos de servidores físicos, es decir de unas instalaciones que podían ser de la propia empresa u organización, o de un proveedor externo. Y aunque esa combinación de infraestructuras propias y externas continúa siendo válida hoy en día, e incluso recomendable, lo que está cambiando es la tecnología de almacenamiento.

En los Cloud Data Centers la información está en la “nube”, y aunque ya sabemos que en última instancia esto significa que está en algún servidor físico, la clave es que los datos están alojados de forma distribuida, en ubicaciones múltiples, locales y remotas.

Estos centros de datos “virtuales” permiten acceder no solo al almacenamiento, sino también a recursos de red (como una red VPN), de hardware (computación remota) y recursos informáticos virtuales (como un antivirus, por ejemplo).

Servicios de cloud computing como Google Stadia o Microsoft XCloud (que permiten jugar como en una consola potente desde cualquier dispositivo) o el anunciado Windows 365, son algunos ejemplos de nuevas soluciones basadas en la “nube”, en las que la mayor carga de trabajo computacional no ocurre en nuestros equipos sino en servidores externos, alojados en enormes y potentes centros de datos.

¿Cuáles son las ventajas de un Cloud Data Center?

Está claro que los Cloud Data Centers son tendencia: según estimaciones de Gartner, en 2025 el 80% empresas habrá cerrado sus centros de datos tradicionales.

Estas son algunas de sus principales ventajas:

Menor inversión inicial, gasto de capital reducido

El modelo de pago por uso de la mayoría de proveedores de Cloud Data Center permite a las empresas configurar una infraestructura con una inversión inicial muy reducida si la comparamos con el coste de tiempo y dinero que supone desplegar instalaciones propias.

Menores costes de mantenimiento, menores recursos humanos

Además de facilitar la implementación de un centro de datos a cualquier empresa, la migración de los datos y las cargas de trabajo a un Cloud Data Center disminuye los costes que supondría mantener un centro propio. El diseño, mantenimiento y la protección de la electricidad pasan a ser responsabilidad del proveedor, a quien pagamos en función del uso.

Esta “subcontratación” también tiene beneficios en cuanto a recursos humanos, ya que permite liberar personal técnico, que así puede centrarse en otros aspectos clave para el crecimiento del negocio.

La escalabilidad como principio

Una de las grandes ventajas de los Cloud Data Centers es su “elasticidad”: son servicios y sistemas que siempre están preparados para asignar más recursos, de almacenamiento y procesamiento, en función de nuestras necesidades.

Es, pues, una solución que permite una gran escalabilidad y adaptabilidad, y por lo tanto es útil para dar la mejor solución en cada momento

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Mayor seguridad, datos más seguros

El hecho que los datos estén distribuidos, la generación de copias de seguridad constantes y la actualización permanente de los sistemas convierten los Cloud Data Centers en una opción muy segura. A estas medidas de software hay que añadir que los proveedores de estos servicios aplican completas y estrictas medidas de control de temperatura y seguridad a sus instalaciones.

Acceso a una red global

Aunque actualmente el 40% de las instalaciones de los proveedores de Cloud Data Center están en Estados Unidos (según Synergy Research), el hecho de que los servidores se encuentren repartidos en diferentes regiones y continentes permite a menudo el uso de instalaciones más cercanas, una opción que mejora la calidad del servicio. Aunque los datos viajan a la velocidad de la luz a través de las redes de fibra óptica, cuanto más cerca estén las máquinas, mejor.

Retos pendientes de los Cloud Data Centers (y algunas apuestas interesantes)

Las ventajas de los Cloud Data Center están claras, pero también hay retos a los que deben enfrentarse para ser aún una mejor solución.

Por ejemplo, todo avance o innovación tecnológica que signifique la ocupación de menor espacio físico, mayor velocidad de procesamiento o mayor eficiencia energética será recibido con los brazos abiertos por los proveedores y, por lo tanto, también por los clientes.

Otro tema preocupante es la concentración del negocio de los centros de datos en pocas manos: actualmente el 50% de los Cloud Data Centers están en manos de empresas privadas, en concreto de tres de los cuatro gigantes tecnológicos (Amazon, Google y Microsoft). Como en cualquier ámbito económico, la concentración va en contra de la competencia, y por lo tanto puede acabar afectando la innovación e incluso los precios. No deja de ser preocupante que Internet, y por lo tanto nuestros datos, dependan de tan pocos actores privados que no siempre tienen controles externos ni gubernamentales.

Para disminuir esta dependencia, muchas empresas apuestan por una solución híbrida que combine una infraestructura propia y privada con una pública en la “nube”. Así es posible tener un mayor control de la información, especialmente de los datos y recursos confidenciales, al mismo tiempo que se conservan las ventajas de los Cloud Data Centers, especialmente la flexibilidad y escalabilidad y los menores costes de mantenimiento.

Finalmente, como ya comentamos en el artículo sobre la huella medioambiental de nuestra vida digital, los Cloud Data Centers deben afrontar la necesaria disminución de su impacto energético, algo que será bueno para su propio negocio y también para el planeta.

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