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Seguridad bancaria, más allá de cambiar contraseñas

La banca digital en España ha experimentado un fuerte avance en los últimos años fruto de las cuantiosas inversiones acometidas por el sector en innovación y digitalización de los productos y servicios financieros.

Así, según el estudio Digital Banking Maturity, por Monitor Deloitte, la banca española es la segunda mejor digitalizada del mundo. Esto explica que hoy en día el 50% de los clientes de la banca ya son digitales (en algunas entidades este porcentaje se eleva hasta el 70%).

Sin duda, la posibilidad de acceder a los servicios financieros digitales supone importantes ventajas para los usuarios: la agilidad, la accesibilidad y la comodidad, etc. Al mismo tiempo, genera riesgos potenciales que obligan a entidades y usuarios a reforzar al máximo las medidas de seguridad. ¿Cuáles son estas medidas?

Tendencias en seguridad bancaria

Las entidades financieras están apostando por la tecnología como método para proteger tanto los datos de sus clientes como sus cuentas bancarias. En ese sentido, aparte de la clásica recomendación de elegir contraseñas seguras y cambiarlas de manera regular, también se están implementando nuevos métodos de seguridad.

Solo en 2018 el gasto en sistemas de autenticación de última generación aumentó un 20%, según IDC. Y es que las entidades bancarias están agregando más capas de seguridad a sus productos y trabajando para facilitar un acceso más cómodo a través de sus aplicaciones digitales. Un ejemplo: la implementación de la biometría, para que los clientes puedan acceder a sus cuentas a través de reconocimiento facial y de voz.

La tecnología blockchain aporta una mayor seguridad al sector financiero, al permitir que las transacciones se puedan validar de manera automática y se asegure su autenticidad. Entre sus beneficios más destacados, el bloqueo del robo de identidad y de la manipulación de datos. El blockchain también favorece la descentralización de los datos, y en consecuencia un sistema financiero más robusto a cada transacción.

Por otro lado, la Inteligencia Artificial (AI) se ha convertido en un instrumento imprescindible a la hora de garantizar la seguridad bancaria. Gracias a la Inteligencia Artificial las máquinas pueden conocer y predecir comportamientos del usuario, y bloquear las cuentas ante cualquier movimiento sospechoso.

Además, la directiva europea PSD2 ha reforzado la seguridad de los sistemas de autenticación electrónica. De esta manera, cualquier pago se realiza con un refuerzo a la hora de verificar la identidad del usuario. En ese sentido, la aplicación de la nueva normativa requiere que, en ocasiones, se deben introducir elementos adicionales de autenticación en pagos que hasta ahora no se requerían. A modo de ejemplo: el envío de un código a un dispositivo (algo que el usuario posee), o la introducción de factores biométricos (algo que el usuario es).

Consejos de seguridad bancaria

Aparte de las aplicaciones de seguridad implementadas por las entidades financieras, también se aconseja a los clientes que tomen determinadas precauciones para evitar brechas de seguridad.

En ese sentido, se recomienda no compartir con nadie las contraseñas de acceso a la banca móvil, ni el código o patrón de acceso a los dispositivos (smartphones, tabletas u ordenadores).

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A su vez, se pide la configuración de la opción de bloqueo automático en los dispositivos móviles. Se puede hacer mediante PIN, patrón de desbloqueo, huella digital, o a través de la herramienta de reconocimiento facial si el móvil dispone de ella.

Los usuarios tampoco deben introducir datos privados en redes wifi públicas, puesto que algunas de estas redes abiertas se pueden utilizar para espiar el tráfico de datos. De esa forma, se capturan usuarios, contraseñas y otras informaciones para luego hacer un uso fraudulento de las mismas.

En cuanto a las contraseñas, se solicita que las cambien regularmente y que se utilicen combinaciones que entrañen cierta dificultad. Estas no deben guardarse en dispositivos móviles o en el ordenador. Tampoco deben quedar almacenados números de cuenta bancaria o números de tarjetas de débito o crédito, puesto que son datos confidenciales. En caso de que los dispositivos sean robados, el delincuente obtendría información sensible de los equipos personales.

Para reforzar la seguridad, no se debe proporcionar información personal o financiera a través de llamadas, mensajes o correos electrónicos. Y, por último, se debe reportar al banco de manera inmediata cualquier movimiento sospechoso. Son muchos los aspectos que influyen en la seguridad bancaria. Afortunadamente, y con la ayuda de la tecnología, las entidades están dando pasos para reforzar y cuidar la seguridad de los datos de sus clientes.

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