Leyendo ahora
Las cookies de terceros en 7 preguntas

Las cookies son compañeros inseparables de nuestra navegación web. En cualquier momento nos saltan los molestos avisos que nos instan a aceptar su instalación. Y aunque los expertos recomiendan aceptar únicamente las cookies imprescindibles, son muchos los usuarios que aceptan a todo sin pensárselo dos veces con tal que desaparezca el molesto pop-up.

Tras tratar en otro artículo de este blog las cookies en general y sus compromisos con nuestra privacidad y seguridad, ahora queremos centrarnos en las cookies de terceros, las más controvertidas.

Preguntas y respuestas sobre las cookies de terceros

¿Qué son las cookies de terceros?

Como ya indica la propia palabra, y al contrario que las cookies propias, las cookies de terceros no tienen su origen en el propietario de la página web que estamos visitando, sino que son generadas y enviadas por otro dominio (una red social, un proveedor de servicios, otra web etc…) y son usadas para “rastrear” los hábitos del usuario y elaborar un perfil detallado del mismo.

Un ejemplo: aunque no utilicemos Facebook ni entremos en dicha red social, es posible que, de alguna manera y sin ser conscientes, se haya instalado en nuestro equipo alguna cookie que recopilará información de nuestra navegación. Es lo que pasa, por ejemplo, cuando pulsamos el botón de compartir en redes sociales en un artículo de un blog o una web: en realidad estamos dando permiso para instalar cookies de terceros que enviaran información de nuestra navegación a dicha red social.

¿Cuál es la función las cookies de terceros?

El principal objetivo de este tipo de cookies es recopilar la máxima  información relevante de nuestra navegación y de nosotros como usuarios.

Con todos estos datos es posible elaborar detallados perfiles de usuario, que se venden a anunciantes interesados en realizar campañas de publicidad hipersegmentada. Por lo tanto, son una herramienta muy útil para el marketing digital que paga por llegar a determinados targets, asegurándose así una mayor conversión.

¿Qué tipos de datos recopilan?

Aunque no todas las cookies de terceros compilan el mismo tipo de información, como su objetivo es la creación de perfiles de usuario, es habitual que traten de obtener todo tipo de datos personales (edad, sexo, ubicación, gustos, hábitos etc. inferidos de nuestra navegación) y datos estadísticos (información cuantitativa sobre nuestra navegación web incluyendo la propia página web en la que se ha instalado la cookie, el tiempo de permanencia y las subpáginas visitadas)

¿Cómo afecta la RGPD a las cookies de terceros?

Los europeos tenemos el derecho legal a navegar anónimamente por internet y esto es algo que no pueden decir todos los ciudadanos. Gracias al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), en vigor desde mayo de 2018, todas las páginas web tienen la obligación de informarnos de forma comprensible de los tipos de cookies, de sus finalidades y de su procedencia y nos deben dar la opción de rechazar su instalación, total o parcial.

Este deber de transparencia nos da más control como usuarios sobre qué datos queremos compartir y con quién, ya que el consentimiento siempre debe ser explicito.

¿Cómo podemos diferenciar las cookies de terceros del resto?

A diferencia de las cookies técnicas que son las propias de la página web e imprescindibles para una correcta navegación, las cookies de terceros pueden ser rechazadas y deshabilitadas completamente.

Por tanto, ningún europeo preocupado por su privacidad puede decir que no tiene opciones para navegar de manera privada. Aunque es algo engorroso, y no todas las páginas ofrezcan la opción de privacidad con el mismo nivel de usabilidad, es posible entrar en la configuración detallada de cookies y consultar las especificaciones de las de terceros que nos solicitan el consentimiento para su instalación. 

¿Es cierto que ha sido anunciado el fin de las cookies de terceros?

Aunque navegadores como Firefox, Safari o Brave ya bloquean por defecto las cookies de terceros, este no es el caso de Google Chrome, el navegador más usado mundialmente (tiene el 64 % del mercado, según Statcounter).

Pero como consecuencia de la preocupación creciente por la privacidad, en enero del 2020 Google anunció que, en un plazo de dos años, eliminaría las cookies de su navegador (especialmente las de terceros).

Este importante paso sería gradual para poder desarrollar la alternativa a las cookies actuales. No hay que olvidar que la principal fuente de ingresos de Google es la publicidad on-line y que, junto a Facebook, dominan el mercado con un 60% de las inversiones.

Ver también
Ver también
Ver también

El sustituto de las cookies que quiere desarrollar Google tiene la complicada misión de seguir permitiendo a los anunciantes mostrar publicidad segmentada por perfiles pero compartiendo, a la vez con el anunciante,  la menor información personal posible.

¿Por qué se ha retrasado un año más el fin de los cookies de terceros anunciado por Google?

El pasado mes de junio Google anunció que la anunciada muerte de las cookies, prevista para inicios del 2022, se retrasaría un año hasta principios del 2022. Su explicación oficial para este retraso es que “necesitan más tiempo” para desarrollar su alternativa, pero lo cierto es que su propuesta está creando muchas reticencias en la industria publicitaria y los organismos reguladores.

La tecnología alternativa de Google a las cookies se llama FLoC (Federated Learning of Cohorts). Consiste en habilitar el análisis de datos personales agregados de conjuntos de personas con perfiles publicitarios similares, impidiendo el rastreo individual. Así un FLoC permite recopilar información sobre la navegación de cada usuario, pero no registra esa información con una identificación publicitaria única, sino que la añade a un grupo de usuarios con perfiles similares.

Los expertos en privacidad, como la Electronic Frontier Foundation, dudan de esta propuesta de Google que también está siendo analizada por la Comisión Europea. Los temores que existen se basan en la sospecha que tras este aparente giro hacía una mayor privacidad puede haber una mayor dependencia de los anunciantes con Google, que se convertiría en la única propietaria de los datos.

Y es que en realidad Google no necesita las cookies porqué ya tiene mucha información de nosotros y eliminarlas quizás sería bueno para nuestra privacidad, pero también eliminaría la competencia en el mercado de la publicidad digital.

La importancia de tomar conciencia de las cookies de terceros

Aunque es cierto que el uso éticamente reprobable de las cookies de terceros ha conseguido convertirlas en incómodas, e incluso indeseables, desde el punto de vista de la privacidad, lo cierto es que, bien utilizadas, también han sido beneficiosas.

De hecho, hay que ser consciente de que más allá de los grandes gigantes tecnológicos hay infinidad de proyectos web que han sido posibles (y gratuitos para los usuarios) gracias a la financiación que llega a través de este tipo de cookies.

Así, lo importante es que como usuarios entendamos en qué consisten, tomemos  conciencia de nuestros derechos respecto a este tipo de cookies y que ejerzamos nuestro derecho como consideremos más oportuno en cada caso.  

Para quienes quieran profundizar más sobre las cookies, recomendamos la completa “Guía sobre el uso de las cookies elaborada por la Agencia Española de Protección de Datos.

Un proyecto de:

© 2022 CECA.
Todos los derechos reservados.

Ir arriba