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La importancia de las actualizaciones de software y los sistemas operativos

Puede ocurrir la primera vez del día que miramos nuestro smartphone por la mañana, al encender el ordenador o al entrar en una aplicación o programa que usamos habitualmente. Nos aparece un mensaje, normalmente en una ventana emergente, que nos alerta de que hay una actualización disponible.

En muchos casos vemos estos mensajes como una pérdida de tiempo, o como algo molesto e incómodo.

Y aunque es cierto que algunas empresas de software que publican actualizaciones con mucha regularidad se han ganado a pulso que nos hayamos cansado de este tipo de mensajes, la recomendación general es clara: hay actualizar siempre (aunque más adelante comentaremos alguna excepción).

Los principales tipos de actualizaciones

Aunque cuando hablamos de actualizaciones pensamos normalmente que se aplican a los sistemas operativos y al software, como veremos a continuación afectan a otro tipo de elementos informáticos.

Sistema operativo

Por lógica, el software principal, que es el corazón de los smartphones, tabletas y ordenadores, requiere actualizaciones periódicas. Algunas de ellas son para añadir o quitar funcionalidades y características, otras para reparar fallos o bugs y, lo que es más importante, para corregir vulnerabilidades de seguridad.

Aunque es algo que no todos los fabricantes de dispositivos y empresas de software aplican con igual frecuencia y eficiencia, en general el objetivo de estas actualizaciones es mejorar el rendimiento y la protección ante ciberamenazas, y por lo tanto son muy recomendables.

En el caso de los sistemas operativos móviles (que se han convertido en los “ordenadores” más extendidos y utilizados), la importancia de estas actualizaciones es aún mayor, ya que estos dispositivos están expuestos a muchas vulnerabilidades.

Los dos principales sistemas, Android e iOS, difieren en la manera de enfocarlo, aunque están optando por separar las actualizaciones de sistema y las exclusivas de seguridad (más importantes y que no afectan al rendimiento).

Firmware, controladores y drivers

Los firmware, drivers y controladores son pequeños “pedazos” de software que resultan imprescindibles para el funcionamiento de numerosos dispositivos, normalmente aquellos que no cuentan con una interacción visual y/o táctil (auriculares, impresoras, aspiradores, etc.). Al ser invisibles para el usuario son menos conocidos, pero no menos importantes.

Sus actualizaciones son menos frecuentes, y eso, en un mundo que cuenta cada vez con más dispositivos conectados (Internet of Things), puede llegar a suponer un grave problema de seguridad.

Navegadores web

Los navegadores (Chrome, Firefox, Safari, Edge, etc.) son imprescindibles para moverse por Internet, y también para acceder a numerosos servicios en la nube. Por eso, al ser la primera puerta de entrada a la red, es muy importante que tengan siempre instalada la última actualización disponible.

Por suerte, actualmente la mayoría de navegadores disponen de un sistema de actualización silencioso y transparente, que funciona sin apenas darnos cuenta y que no interfiere en el uso (las aplicaciones se descargan en segundo plano y se aplican al cerrar o reiniciar el navegador).

Programas de software y apps

Si tener actualizados los programas de software es vital, también lo es disponer de la última versión de las aplicaciones móviles, cada vez más utilizadas. Las nuevas versiones de los programas acostumbran a solucionar errores, añadir características y, si es necesario, corregir vulnerabilidades.

Para facilitar estas actualizaciones la mayoría de empresas de software intentan aplicar sistemas que trabajen en segundo plano, o mientras se está cargando el dispositivo, molestando lo mínimo posible a los usuarios.

Antivirus y programas de seguridad

Aunque los programas antivirus y antimalware son una capa adicional y opcional de seguridad, su actualización constante es imprescindible. Su eficacia real en todo momento depende de que cuenten con la mayor base de datos posible de programas maliciosos identificados, para, de esta manera, bloquear a tiempo el máximo número de amenazas y ataques.

¿Por qué son importantes las actualizaciones?

Más allá de agregar funciones nuevas y corregir errores de funcionamiento, como hemos mencionado, la principal razón que nos lleva a recomendar y estar pendiente de todas las actualizaciones que acabamos de ver es la seguridad.

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Como usuarios, y también como profesionales, una de las pocas cosas que está en nuestras manos para mejorar nuestra seguridad en la red ante la sofisticación de los ciberdelincuentes  es estar actualizados.

Hay que ser consciente que en todo software aparecen vulnerabilidades que los hackers pueden aprovechar para atacar nuestros sistemas. Los peligros son conocidos: desde atacar nuestra privacidad y robar datos sensibles y/o confidenciales a utilizar nuestros equipos para minar criptomonedas (cryptojacking) o pedir rescates por descifrar nuestros equipos, que previamente han inutilizado (ransomware).

Para terminar, algunos consejos

Dejar de utilizar versiones antiguas

Siempre que sea posible, no usar versiones desactualizadas de los sistemas operativos ni del software. Esto es especialmente importante en programas profesionales con licencias antiguas: a pesar de funcionar correctamente, pueden estar expuestos a vulnerabilidades, que suelen corregirse con parches de seguridad en cada actualización.

Copias, copias y más copias

En todo aquel software y plataforma que lo permita, es recomendable hacer una copia de seguridad, respaldar todos los datos sensibles, para evitar perder información en el caso de problemas con la actualización.

Actualizaciones automáticas… ¿y obligatorias?

Por regla general, siempre que el software o sistema lo permita, es mejor optar por actualizaciones automáticas, y si puede ser activarlas antes de apagar el dispositivo o en algún momento que no vaya a usarse.

En algunos casos, por ejemplo, con las apps móviles, puede ser útil hacer las actualizaciones de forma manual; de esta manera seremos conscientes de los cambios y mejoras que de otra manera pasarían desapercibidos.

Por cuestión de seguridad, algunos fabricantes también han optado por intentar aplicar actualizaciones forzosas (obligatorias), pero aún no se ha encontrado una fórmula que funcione y sea aceptada por los usuarios. A nivel empresarial, por ejemplo, donde los posibles problemas y errores de actualizaciones pueden ser fatales, lo recomendable es probarlas antes en un entorno seguro.

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