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Reuniones virtuales: buscando una experiencia más inmersiva

Es una realidad: con la actual pandemia, y sobre todo con el primer confinamiento en marzo de 2020, muchas empresas tuvieron que recurrir al teletrabajo y a las videoconferencias como herramienta para continuar con su actividad.

Según un estudio de Adecco, realizado a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA), en España esta modalidad de trabajo aumentó un 74,2%. Y durante el mes de marzo de 2020, Logitech, una de las empresas líderes en la fabricación de webcams, agotó sus existencias tras triplicar sus ventas en pocas semanas.

Y aunque seguramente estas cifras disminuirán a medida que avance la desescalada, es un hecho que las videoconferencias han llegado para quedarse.

Acercando lo virtual a la realidad

Muchas empresas se han dado cuenta de que el teletrabajo ha comportado una evidente reducción de costes. Sin embargo, hay sectores como el de los eventos o el inmobiliario, basados en la interacción, que se han visto muy perjudicados por la digitalización de las reuniones. Además, y a pesar de las evidentes ventajas de las videoconferencias (evitan desplazamientos de miles de quilómetros), la presencialidad continúa siendo vital para una comunicación más humana y efectiva. Con todo, es posible que tras este boom del teletrabajo se acabe imponiendo en la mayoría de las empresas un modelo híbrido o semipresencial, que mezcle las ventajas del teletrabajo y de la presencialidad.

En este sentido, y con el objetivo de humanizar los encuentros virtuales, cada vez son más las iniciativas que buscan acercar lo virtual a lo real, generando experiencias y reuniones más inmersivas.

Realidad virtual (VR) y reuniones: algunos ejemplos de lo que viene

The Owl: comunicación inmersiva

Uno de los proyectos recientes más espectaculares es el presentado por Bell Labs (Nokia): The Owl. Se trata de un sistema de comunicación inmersiva a través de gafas de realidad virtual que cuenta con conexión 5G y cámaras de 360 grados. Permite ver la sala de reuniones en tres dimensiones, como si estuviéramos en ella, y se puede interactuar con el resto de las asistentes, aunque por el momento solo a través de la voz.

Además de los usos profesionales, también está previsto su uso en entornos educativos, e incluso en residencias para la tercera edad.

Microsoft Mesh: de los avatares a los hologramas

El proyecto de Microsoft para mejorar las reuniones virtuales tiene un enfoque diferente, ya que va más allá de la realidad virtual e introduce la realidad aumentada.

Para la creación de las reuniones virtuales, Microsfot Mesh propone dos opciones: utilizar un avatar (la opción más económica y accesible), o aparecer con nuestra imagen real en la reunión como si fuéramos un holograma. Esta segunda opción, que han denominado holoportación, es más compleja, ya que requiere un sistema de cámaras 3D que nos graben a tiempo real para después insertarnos a modo de holograma en el espacio.

En los dos casos, Mesh promete una gran interactividad entre los participantes de las reuniones virtuales, facilitando reuniones más reales y también el trabajo colaborativo o el aprendizaje práctico a distancia.

Facebook Oculus: la búsqueda de avatares más realistas

La apuesta de Facebook por la VR como el futuro de las relaciones sociales hace años que es una realidad gracias a las gafas Oculus Quest. Su bajo precio respecto a otras opciones de la competencia sigue siendo una de sus cartas ganadoras.

Pero con el auge de las videoconferencias, su CEO Mark Zuckerberg es consciente de que el gran reto de las reuniones virtuales es la sensación de realismo, de presencia: sentir de verdad que estamos con otra persona.

En ese sentido, las próximas versiones de las gafas Oculus incorporarán una tecnología de seguimiento ocular y facial. Esta característica permitirá crear avatares mucho más expresivos y realistas que mostrarán con más exactitud nuestros gestos y expresiones faciales a tiempo real.

Project Starline: la apuesta de Google por reuniones holográficas

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Como no podía ser de otro modo, Google también ha presentado recientemente su apuesta de futuro por las videollamadas. Project Starline promete facilitar la comunicación entre dos personas ubicadas en diferentes espacios físicos mediante hologramas hiperrealistas.

Mediante múltiples cámaras y sensores se crea una imagen tridimensional de gran detalle y realismo, y de esta manera podremos ver a nuestro interlocutor en tamaño real y con gran realismo, como si estuviera delante de nosotros, a través de un gran marco que han denominado “la ventana mágica”.

Hybrid Experience & Real Emotions: presentaciones de eventos únicas

PortAventura Business & Events, la división que ofrece servicios a empresas en el PortAventura Convention Centre, ha presentado recientemente su apuesta por los eventos digitales.

Con Hybrid Experience & Real Emotions la compañía quiere ofrecer un valor añadido a las presentaciones de producto: la conexión de audiencias físicas y virtuales en eventos híbridos. Para hacerlo, apuestan por mezclar tecnologías como la realidad virtual, la realidad aumentada, las ilusiones holográficas y la gamificación, creando eventos a medida.

No es oro todo lo que reluce: algunos inconvenientes por resolver

A pesar de que todas estas innovaciones y las que vendrán son el reflejo, ahora sí, del despegue definitivo de las reuniones virtuales, lo cierto es que aún hay muchos problemas por resolver antes de acercarnos al futuro deseado.

Los costes aún demasiado altos de los dispositivos necesarios, y las limitaciones técnicas que no permiten ofrecer una mayor resolución con mayor ligereza, son algunos de los límites tecnológicos que dificultan el desarrollo de experiencias de usuario realmente cómodas e integradas en el mundo real.

Aunque las reuniones virtuales nunca podrán reemplazar la cercanía y humanidad de las presenciales, un futuro mixto está cada vez más cerca de ser una realidad en nuestro día a día.

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